Hormigón proyectado
Utilizamos hormigón proyectado en la construcción de sus piscinas. Es una técnica en constante modernización debido a sus buenos resultados en seguridad, economía y resistencia.
El gunitado es el proceso en el que se proyecta hormigón a gran velocidad, con aire a presión a través de una manguera, hacia un soporte. Es un proceso indispensable en sostenimiento y revestimiento estructural de túneles y taludes, entre otras cualidades por su resistencia. Además se ha convertido en una tecnología que sitúa a España, a causa de su orografía, en referente mundial, en términos de maquinaria, productos y personal cualificado. El gunitado es un procedimiento que se utiliza en las obras más exigentes, y en Soeiro uno de nuestros compromisos es la calidad en cada construcción.
Los materiales de que se compone el hormigón preparado para proyectarse son los que hay a continuación. Es conveniente seguir un control de calidad, contar con una dosificación adecuada. Además el lugar de procesamiento y trabajo, y el equipo de maquinaria y trabajadores han de ser adecuados.
Los áridos han de ser homogéneos. Hay que tener en cuenta que las arenas finas pueden perder volumen (una vez proyectadas) y las gruesas tienen más probabilidad de salir rebotadas.
Los cementos empleados serán en todo lo posible composiciones estandarizadas, o como mínimo probadas y ensayadas.
El agua será limpia, sin sustancias que puedan dañar el hormigón. Estará presente de distintas formas: en el amasado y en la humedad de los áridos.
Aditivos: pueden ser, en mezclas secas, acelerantes, estabilizadores de fraguado, humo de sílice, fibras de acero, cenizas volantes. En mezclas húmedas se aconseja emplear sustancia que reduzcan el rebote y superplastificantes. En Soeiro utilizamos sílice coloidal, que permite una mayor cohesión de la mezcla, aumento de la resistencia, reducción de rebote y reducción del polvo en la zona de trabajo. Es, de hecho, un material fruto de la innovación y el avance tecnológico del sector de la construcción.
La forma de aplicar hormigón armado es la siguiente: se mezclan en primer lugar el cemento y los áridos, en una composición homogénea. La mezcla se deposita en un alimentador, distribuida desde aquí a la manguera. Se transporta con la ayuda de aire a presión a una boquilla, y es aquí donde se aplica agua pulverizada al conjunto de cemento y áridos. La mezcla, húmeda, se proyecta. Esta es una explicación válida, aunque algo genérica: los progresos hacen que la incorporación de aditivos se hagan de forma cada vez más sofisticada. Es conveniente que la composición, independientemente de lo moderno del método, no produzca polvo, teniendo total control de la cantidad de agua en cemento.
El rechazo al proyectar, es decir, el rebote que se puede producir al dirigir el hormigor contra el soporte es lo que determina el buen hacer del gunitador. Hablamos de los componentes que no se adhieren, y que hacen que caiga el rendimiento del equipo técnico. El rebote puede ser resultado de multitud de razones: la relación de agua y cemento, el tipo de árido, y la velocidad es fundamental. Estos son factores que pueden calcularse con mayor o menor acierto, sin embargo algo que distingue los proyectos ejecutados limpiamente de los que se alargan, es la pericia del gunitador. En Soeiro somos conscientes de la importancia de utilizar a trabajadores cualificados para ofrecer el mejor servicio.
Hormigón proyectado o gunitado
Si quieres más información acerca del hormigón proyectado o gutinado no duden en ponerte en contacto con nosotros.
Somos expertos en piscinas y estaremos encantado de ayudarte en tu proyecto. ¿Hablamos?